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No hay dolor, sangre, ni llanto. Clavarse agujas o ganchos en el rostro, pecho o espalda, es una prueba anual de la fe de los millones de devotos del Festival Thaipusam, originado en Tamil Nadu, India. Celebración que llega a su punto máximo cuando peregrinan hasta las cuevas Batu, en Kuala Lumpur, Malasia, para asistir a ...