Una modesta pastelería en Londres, Inglaterra, está celebrando las víspera del Halloween 2010 estadounidense, de una forma más realista vendiendo cupcakes que simulan partes del cuerpo humano.
Su principal promotora, Emma Thomas, que se auto apoda “Cakehead” (cabeza de pastel) ideó una forma de hacer más dinero, horneando cupcakes con la apariencia de ojos, dedos, corazones y hasta cabezas humanos. Según Thomas los bocadillos no son para niños, si no para clientes adultos.
La pastelera inglesa ha aumentado sus ingresos desde que sus cabezas y ojos dulces se exhiben en los aparadores de su negocio, que ella misma atiende disfrazada de viuda con un rostro fúnebre para ponerse a tono con el ambiente terrorífico que causa el lugar.
Los cupcakes pueden verse con mucha sangre, cicatrices y heridas como si se tratase de un filme de Martes 13, pero el delicioso sabor le quita algo del pánico inicial, que provoca en los clientes que los ven por primera vez.
Vídeo de la Pastelería del terror: