Hace casi dos semanas Paul Ceglia, un empresario de Nueva York, dijo tener un contrato firmado por Mark Zuckerberg en 2003 en el que él aporta US$1.000 a un proyecto de red social de Zuckerberg a cambio del 50% de la propiedad del proyecto además de 1% al día desde el 1 de enero de 2004 hasta que el proyecto fuera completado. En total, Ceglia reclama que es el dueño del 84% de Facebook.
Después, una abogada de Zuckerberg admitió que el dueño de Facebook trabajó con Ceglia e incluso firmó un contrato con él, pero que no están seguros que en ese contrato haya cedido el 84% de la empresa.
El miércoles, en una entrevista con ABC News, Zuckerberg repitió lo expresado por su abogada, pero con el mismo grado de duda, afirmando:
Creo que estábamos seguros que no firmamos ningún contrato que diga que tienen cualquier derecho de propiedad sobre Facebook.
Ahora, la compañía mandó un comunicado a ABC News para aclarar su posición y dudar sobre la legitimidad del contrato que, a todo esto, nadie ha visto:
Mark ha dejado en claro que los reclamos de Ceglia son absurdos, y sospechamos que el contrato es falsificado. Sin embargo, no hemos visto el original (nadie lo ha hecho, incluyendo la Corte). Por ello, nos estamos enfocando en las cosas que no están abiertas a interpretación y que no son discutibles — Mark no podría haber entregado la propiedad de una compañía que no existía o de alguna idea de publicidad que no había pensado todavía y, aunque pudiera, el estatuto de limitaciones ya ha expirado.