Mientras el hombre de la imagen, sostiene a su bebé por encima de las mandíbulas abiertas de un cocodrilo que lo mira hambriento, es lógico pensar que ha perdido el juicio.
Pero hay una justificación para esa locura, ya que él es un devoto ‘Sheedi’, que busca bendiciones para su hijo de cinco meses.
La aterradora costumbre es parte de un festival espiritual anual en Karachi, donde una comunidad de paquistaníes, descendientes de los africanos, se esmeran por apaciguar a los cocodrilos, considerados sagrados.
Durante el ‘Sheedi Mela’, los creyentes hacen promesas en un lugar sagrado para los reptiles y luego se dirigen al agua para ofrecerles la carne fresca de una cabra.
La aceptación de la carne es considerada como una señal de buena suerte y creen que las bestias no los atacarán porque son discípulos del santo, ‘Khwaja Hasan’.
El festival comienza con una procesión de muchachas que llevan platos con carnes y dulces al lugar sagrado de cocodrilo, mientras los ‘Sheedi’ más viejos, ofrecen rezos y un baile con pies descalzos.
Los cocodrilos son tan reverenciados en la comunidad que son sepultados con el mismo respeto que los seres humanos.
Los animales son bañados y envueltos en cubiertas de entierro, antes de ser sepultados en un cementerio exclusivo.
Data: Daily mail