La vida de un perro es completamente impredescible en China. Mientras que algunos son criados como mascotas, otros son engordados para ser vendidos como carne en mercados y restaurantes.
Todo depende de sus dueños. Como en todas partes del mundo, hay crueldad animal o los ahogan de amor. Falta que la gente se sensibilice frente a los derechos de los animales.
Ellos comparten el mismo espacio que los humanos y se ha comprobado que la compañía de una mascota es benéfica para enfermos de determinadas dolencias.
Las siguientes fotografías sirven para hacerce una idea de cómo es la vida de un perro en China.
Este cachorro es mimado con su propia vestimenta, la que generalmente, se vende a un precio poco accesible.
También es común ver a los perros como compañeros de los monjes, que incluso los cuidan dentro de los templos.
Prenda de vestir confeccionada con el pelo y a veces piel de varios perros. Parte del lado oscuro, del trato a los perros.
Igual de cotidiana es esta escena de un perro callejero, que es encerrado, mientras alguien lo compra para matarlo y prepararlo como plato, en restaurantes o locales de comida informal.
Así es como los venden en el mercado público. Ya sin entrañas y expuestos para que el comprador compruebe su frescura.
Producto final o mejor dicho una muestra de la variedad de platos en que sirven carne de perro.
La crueldad animal se manifiesta de forma abierta o sutil. En China, los que tienen aptitudes, son luego entrenados para competir en carreras y cuando envecen a menudo se deshacen de ellos, vendiéndolos en el mercado público.